Pero, ¿ Cómo se lo digo ?, preguntaba Olga entre lágrimas.¿ Cómo le digo que es la dueña de todas mis horas, que me levanto en la madrugada y se me muere el alma en cada amanecer sin ella?.
¿ Cómo le digo que todo lo que no gira en torno a ella me da igual, que aunque lo intente siempre se me voltea el corazón hacia ella ?.
Y ¿ qué te impide decírselo ? , cuestiona Charo.
Esta cobardía de saberla inalcazable, de saber que ningún sentimiento de amor que yo muestre va a ser correspondido, contesta Olga.
Entonces, ¿ cuál es lo solución ?, vuelve a interpelar Charo.
No sé cuál es la solución, no sé si hay solución. No sé si quiero dejar de sentir esto que siento o ahogarme dentro de ello. No entiendo por qué amamos a quien no nos va a amar, replica olga.
Ese es el jaque del amor, nos elige él, y queramos o no, nos hace jugar sin instrucciones de juego, afirma Charo.
2 comentarios:
aysss, desde luegooooo, jajaja, hay que ver la cantidad de gente infeliz que conoces, eh,
Cuando veas a Olga le dices eso que tanto se adivina en el optimismo esperanzador de tu blog: "pero, ¿y tú cómo sabes que nunca te amaría ? ¿ por qué estás tan segura?" pues resulta que hay alguien que repite, a cada dos por tres, casi como el estribillo de su vida, algo que podría aplicarse a todas estas desesperaciones. "quién sabe"...
saluditos
jeje. Pero si mira que se lo digo, pero hay veces que nos parece tan evidente que nos paraliza el miedo a esa realidad.
Aunque el " Quién sabe " es algo que tenemos que tener siempre presente como talismán de la buena suerte,porque no?.
Un saludito.
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