sábado, 25 de octubre de 2014

El cielo al alcance de mis manos.

Toda una rompiente de poemas...
Un oleaje de palabras 
que de pronto encuentran su puerto.

Indulgencia del calendario 
que regala un verano distinto.
Y trae hojas de otoño 
para colmarlas de vocales y consonantes nuevas
que riman con ella.

Sentir que se están sintiendo los días de otra manera,
que la noche es un ritual 
lleno de creencias recién aprendidas.
Porque creo en sus ojos cuando me miran
y creo que cuando no me miran quieren mirarme.
Porque creo que este es nuestro tiempo,
que más demora es un desperdicio 
de versos y de besos.

De versos que ya pueden hablar  de su cuerpo...
afirmar latidos...
pronunciar su nombre...
Decir, que tengo el cielo al alcance de mis manos
y no hablar en vano.

De besos debidos, pagados,
buscados, encontrados,
recibidos, esperados...
Tan suyos los míos,
tan míos los suyos,
que no sé si me besa
o la estoy besando.




sábado, 4 de octubre de 2014