martes, 28 de junio de 2016

Futuro.

Podría ser  que mi mente amnésica ya de recuerdos tuyos,
ni siquiera fue capaz de percibir que tus ojos
en una calle donde una vez nos besamos,
me miraban,
desde la comodidad  de no darme cuenta
y la inquietud de pillarte en el momento.

El tiempo; mar de días,
ha anegado el hueco que te pertenecía
y ha arrastrado a la orilla
como restos de un naufragio
los trozos de un amor que apenas pueden identificarse.
En la arena una gaviota punza insistente
los ojos que tuvimos cierta vez..
Una imagen dramática, espeluznante
si fuésemos capaz de reconocerlos.

La ciudad no ha cambiado mucho,
idéntica a la que conocimos
pero sin las obras del metro.

En el paso de peatones he tenido que pararme
por advertencia del semáforo.
He estado veinte y nueve segundos mirando al frente
sin advertir que ahora  obedeces
los apercibimientos intermitentes del disco.

Al otro lado , en la otra acera
has estado veinte y nueve segundos
alternando ideas y quizás emociones variables
para cuando irremediablemente lleguemos
a la misma altura del paso
ver cómo eludimos este otro oleaje.
Cómo hacemos para fingir que hemos coincidido
en la misma distancia y no nos hemos visto.

Verde.
Color esperanza para que así sea,
para que por medio se cruce el chico pelirrojo
de la chaqueta negra
y que  si nos moja el agua sólo sea la conciencia.

Ha sido más rápido que un parpadeo.
Instintivamente te has cogido al brazo de él,
tabla de salvación supongo.
Ha habido un instante
que podríamos llamar de maremoto
cuando mi pie izquierdo
ha llegado al nivel de tu pie derecho.
Has intentado un hola que a punto estuvo de estrellarse
contra el "rompeholas" de mi impasibilidad
pero que has sabido detener a tiempo
cuando has comprendido
que aún viéndote no te he reconocido.









jueves, 16 de junio de 2016

Los pretéritos que suceden.

Me miro en el espejo y no me reconozco.

Bueno ... no quiero conocerme quizás.

Duró nada la alegría en un patio de verano y cerrar y abrir los ojos a las estrellas
fue el más bonito preludio al sueño.

Siempre quise tener los ojos verdes.
Sabes que los "tuve" una vez?.
Y siempre quise retroceder en el tiempo
para secuestrar a la niña que casi no fui
o para quedarme a las puertas de mi vida.

Sé que muchas veces me ha salvado la imaginación,
querer ser la hoja al viento,
irme lejos ¡ a dormir en la luna!
y observar que me están buscando.
Me salvó la poesía,
del bocado en la vena coronaria izquierda que me hacía sus ausencias,
permanentes en los besos que no eran míos.
Me salvó quererla,
descubrir que no cualquiera dice tu nombre mordiéndote la lengua.

En las noches como esta ,
en las que pienso como si ya no quedaran cajas de Pandora  que abrir
ni sinónimos  de huracanes al borde de unos ojos y de una cama,
considero que soy culpable de estrangular el noventa por ciento de mis deseos.
Y que es mentira que no haya tiempo perdido,
porque yo ando buscando y buscándome
en el presente de indicativo del verbo ser
y sólo tropiezo con un pretérito perfecto simple
del que parece que no hay salida.

Y no es porque me hayas faltado tú,
si no porque me ha faltado yo contigo.

domingo, 5 de junio de 2016

En mi defensa diré.

- Se van y cuando se dan cuenta de lo que han perdido quieren volver -,
pero yo no me había ido.

jueves, 2 de junio de 2016