domingo, 19 de abril de 2020

¿Resentimiento o pretensión?

Ojalá pierdas el norte
y no halles más brújula 
que una mirada antigua
que tiene mis ojos.

Ojalá el invierno mate de frío 
el hueco de una cama
donde tu cuerpo se hizo verano.

Ojalá el mar rompa tus sueños
con cada (h) ola y adiós,
que no sepas despertar nunca
sin el arrullo de mi voz ,
que me guardes  siempre
el segundo necesario
en cada  arranque de pasión.

Ojalá mis vocales se enreden en tu lengua
y la disfonía tenga su nombre
cada vez que la llames amor.

Ojalá no puedas desvestirte sin mi sonrisa
 trepando por tus botones,
y te queme mi aliento en la desnudez
que deja tu camisa 
y  ese montón de razones 
que tiemblan distantes al contacto de otra piel.

Ojalá París te duela como una herida abierta,
te señale culpable cualquier luna llena,
mires desganada la más bella puesta de sol...
Porque sin mí es Abril,
 y acusas al destino del futuro,
y soplas velas en un abismo de días sin mí.

Ojalá invariablemente me extrañes
como un aliento irremediable,
como la necesidad última del grito
ante la caída fatal.
Que te ahoguen un minuto cada hora 
las agujas de un reloj
que no sabe coser el tiempo roto
por donde cae todo lo que pude haber escrito
y lo que nunca leerás.



miércoles, 1 de abril de 2020

Mil ganas de escribir.

Tengo en la mesa:
Un portátil, un bolígrafo de gel,
dos hielos con café 
y mil ganas de escribir (te)
trepando por la pared.
No veo nada distinto 
en estos deseos de siempre,
parecen asentados en la creencia eterna
de que la poesía no tiene mas título 
que tu nombre.
El móvil a la derecha ,
solo me cuenta de tu ausencia,
sin embargo deposito en él 
hasta la más inconcebible de las ilusiones,
por si suena y eres tú.
Donde quiera que estés
¿ Por qué no matas esta puta distancia?,
te juro que yo me hago cómplice
y no dejaré más rastro en la escena del crimen
que las ganas de verte.
Llevo demasiados inviernos perdiendo fuerzas,
llego tarde a todas las primaveras,
porque me desgasto entre fechas tan frías como impasibles,
en las que te llamo a gritos 
y solo me responden 
horas ,horas y horas pisándome los sueños.
¿Sabes que te quiero,verdad?,
que aún apuesto a tus ojos
aunque sigan callados cuando yo te hablo.
Yo creo que algún día vas a entender
todo lo que me callo cuando no te miro,
y no vas a dejarme ir 
hasta que sepas de memoria qué color
de mi iris te quiere más.
Ven a verme, 
el confinamiento no puede ser infinito,
como esta tristeza recluida en la casa,
que se sabe de memoria 
toda la sinuosidad de la esperanza
que lleva a tu boca.
Yo que he roto todas las promesas,
que desistí de toda palabra
que supiera de ti,
que pacté , que obligué a mi voluntad 
a no ejecutar el deseo de desearte,
me siento hoy a extrañar, odiar, querer,
codiciar, preferir, suspirar, pretender...
cada beso que han recibido
labios que no eran los míos.
Y me pongo a decir los versos más tristes
que nunca he escrito,
porque como dijo Neruda ,
mi corazón te busca y tú no estás conmigo.