domingo, 23 de diciembre de 2018

Estas son mis ruinas.

Himnos con nombre de mujer,
que saltan tapias
y se cuelan en mi patio de recreo.
Huellas que dejé o me han dejado.
Ojos que anhelaron ver la luna asomada a otros ojos,
entre primavera y miel,
incapaces de descifrar crucigramas
quizás sencillos de resolver.
Cenizas cubriendo más nombres,
sobre capas de recuerdos que cubre el tiempo.
Silencio de bocas y de cuerpos, 
detonaciones de preguntas sin refugios
que hacen saltar por los aires equivocadas respuestas.
Callados... ausentes labios,
te quieros desnutridos
con el hambre de bocas
que no han querido pronunciarme entre latidos.
Desgana que me pesa
Y peso que me desgana.
Un corazón andando sobre los escombros del tiempo.
Con las heridas de guerra
de las mentiras que dispararon a quemarropa.
Intentando plegar la bandera blanca,
que parece desplegada en una eterna noche,
donde el viento aún no ha apaciguado la fuerza de sus pulmones
Y donde yo sobrevivo,
entre cascotes y humos grises,
sujeta a odas a la esperanza,
a los sueños y a la vida.
Para que no siempre
sean estas mis ruinas.

jueves, 20 de diciembre de 2018

En la arena he dejado mi barca. (Sabe por qué)

Me has mirado a los ojos,
sonriendo has dicho mi nombre.
Esta es la única canción de mi fe,
aunque ya no seas,
aunque ya no estés, AMOR.

domingo, 16 de diciembre de 2018

Anuncio.

Hablando de los amores perdidos y de los que no se dejan encontrar, alguien me dijo ayer ¿por qué no pones un anuncio?.
Me reí, mucho.
Le dije que llevaba diez años (blog, Yolanda) y media vida (chueca, wapa, vida...) poniendo anuncios.
Me dijo, pero concreto.
Escribe en tu blog que buscas novia, sin más. Sin musas, ni aspiraciones "Yolandiles". A palo seco.
No se reía mientras yo no dejaba de hacerlo.
A ver qué pasa. Sentenció.
Le conté que quien haya leído mi blog ya lo sabe. Que sabe mucho más de mí que mucha gente que me rodea.
Pero puede aparecer una nueva "anónimo". Puede alguien pensar, uy para mí quizás no, pero a mi amiga fulanita, a mi vecina del cuarto izquierda, a mi peluquera... le vendría como anillo al dedo (de la alianza).Me decía.
Y yo que carcajeba en la ocurrencia de la alianza, pude con mucho esfuerzo preguntarle, me estás hablando en serio.
Sí,me contestó.
Un sí rotundo de esos que no contienen ni pizca de duda.
Así que nada. Yo que para escribir no pongo en casi nada la contra, aquí estoy en eso de mujer blanca soltera busca...
Novia. Ja ja ja.
Supongo que tendría que poner eso de estatura, peso, color de ojos... Pero eso si ya a las infinitas candidatas que vayan saliendo, no?. Ja ja ja ja.
Pues nada a correr la voz (muchos más ja ja jas).
No he contado nunca, que allá por la prehistoria, yo contesté a uno de aquellos que venían en los periódicos no digitales.
Algún día lo cuento : -)

domingo, 9 de diciembre de 2018

Todo lo que no digas podrá ser utilizado en tu contra.

domingo, 2 de diciembre de 2018

Lucimiento de un dios griego.

Morfeo, Morfeo. Creo que hoy debiera nombrarte solo con las tres últimas letras de tu nombre. ¿Cómo puedes ser tan cabrito?. ¿Crees que tiene gracia?.Me llevas a tu terreno, todo empieza bien, tranquilidad por tus pasillos, sin sorpresas. Las horas pasan, estoy acomodada en una historia tonta de no sé qué del trabajo. Cuando de repente. ¡ Por que ni siquiera sé en qué momento ni por qué decidiste cambiar de escenario!!!. Allí estamos ella y yo. Vamos por la calle, no reconozco la calle, ni la gente que se cruza en nuestro camino. Ella me habla, y quiero escuchar su voz, me va contando que quiere intentarlo todo conmigo. No sé qué es ese todo que quiere intentar con mi go, Me lleva de la mano, sus dedos entrelazados con los míos parecen que directamente entrelazan a un corazón que parece va a delatarme. Pese a no reconocer el lugar, llegamos a una puerta, de la casa donde parece que vivo. Ella lleva una blusa blanca y unos vaqueros negros. (observa lo generoso. Generoso léelo con "rentintin", que vas siendo con las pistas). Me ha pasado el brazo por la cintura.No he visto sus zapatos pese a estar mirando al suelo. He ido levantado la vista a medida qué le preguntaba, y si yo también quisiera intentarlo todo contigo?. Sé que me ha sonreído, lo sé porque lo he sentido, al igual que la caricia de su mano en mi espalda. Y sabes?. En respuesta me ha besado. También he sentido la calidez de sus labios. Todo estaría bien así, ¿verdad?. Y no entiendes por qué de mi enfado, ni lo de llamarte cabrito, que a estas alturas se te queda pequeño. Pues porque hay alguien que me está besando, que yo quiero eso y más con ella, que está acariciando mi espalda y parece que me acaricia el alma y tú eres un imbécil, hijo de tu puñetera madre que no me deja ver su cara!?!?!?!?!? Qué mierda de dios griego eres, has vuelto a lucirte, hijo.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Qué ocupa mi mente.

¿Qué ocupa mi mente?.
Esta inminente Navidad,
que me desposee, me desmonta todo su espíritu navideño.
Recuerdos de dos o tres
en las que supuse que eran equivalentes
a las  sonrisas en mi cara por culpa de las cosquillas de mi corazón.
Miro el calendario,
de él aún pende Noviembre;
un surtido de días
que han cantado distintas melodías,
pero que no incluiré en la banda sonora de mi vida.
Arrancar la página es casi siempre
un saludo a todos los ojalás
que entran a pasar las horas conmigo.
En cambio el último del año, 
parece un encendido al fracaso.
Brillan millones de luces,
cualquier esquina ilumina la noche con bombillas de colores,
sin embargo en la mía
es como si se apagase la estrella fugaz que sabe conceder deseos.
Pienso, que el año hará su sprint final
batiendo el récord que yo le he impuesto,
no me sorprenderá que en un abrir y cerrar de ojos,
yo vuelva a renegar de una vieja noche tan ritual,
tan excluyente para mí
y mis ningunas ganas de jugarme el año a las doce uvas.
Aún así me sigue ilusionando la fantasía infantil de tres reyes,
me sigo emocionando con las creencias infantiles de que son mágicos.
Si lloro el cinco de Enero, 
siempre es por una emoción contenida
que no sé de dónde viene,
pero que libera tensiones y desilusiones que tal vez no lloré.
Alguien dijo que uno se convierte en lo que mira,
y en lo que recuerda.
Pero yo sé que también
una  es  lo que  llora
y  lo qué debió llorar.
Aparte de todo este desfile de fechas,
se me cuelan en la mente,
las ganas de comer.
Y las dudas entre un sandwichs de jamón
o una pizza con borde de queso.
Mientras, en la tele el final de una  película de Navidad
es una vez más, feliz y maravilloso.
Me levanto...
Noviembre de 2018 ya no cuelga de la pared.
Diciembre y sus restantes treinta días me desafían...
... A barriga llena, corazón contento,
que haya jamón, que haya jamón,
Pienso cruzando los dedos.