domingo, 31 de enero de 2021

Aun sin palabras .

No quiero.

Nunca voy a querer.

Porque querré siempre 

que seas mi próximo poema,

aunque no quiera

y aunque no lo sepas .

......

( Prometo que quería escribir (te ) , 

pero estoy triste ,

me apetece desaparecer ,

dormir hasta que la primavera se apiade de mí ,

o el verano me rescate .

Está congelada la alegría en no sé 

qué parte de mi  (tu ) existencia, Amor ,

y no tengo ganas de levantar (me) las ganas .

Hoy ni me asomo a la ventana,

el cambio no es solo climático ,

he bajado la persiana ,

te he dejado fuera ,

bajo las inclemencias de un mundo

que tanto me asusta sin ti . 

Me estremezco en un rincón 

hibernando bajo una nevada que no soporto ,

que se llama distancia ,

y  que siendo tuya ,

soy yo  quien sufre sus consecuencias

de grados bajo cero en el exilio de tu cuerpo .

Hay vacío

y un suelo mojado , 

espejo de un invierno  del que será imposible

salir indemne de todas sus  tormentas 

y de esa forma tan similar de sentirte frío .

Las escarchas de los tejados 

son el símil de lágrimas colgadas del alma

al impulso de la sensación térmica

que marca tu ausencia .

Prometo que quería escribir( te ).

Amar , apreciar , adorar , distinguirte

en  y sobre todas las cosas .

Pero no soy de temperaturas bajas ,

y ahora solo me queda esperar 

que sepas leerme aun sin palabras .




 



 

viernes, 1 de enero de 2021

Miénteme.

Miénteme,
ahora que cae el telón de un año tremendamente incierto y lento.
Miénteme y dime que has renovado oportunidades,
que has salido al balcón y has contado a la noche recién estrenada 
que soy yo,
y que anhelas en el calendario la fecha que se nos hace aniversario.
Dime que mañana amanezco en tu casa,
la cocina huele a café ,
y estoy entre las sábanas firmando 
mi sentencia de vida,
resolución  definitiva de que la pongo en tus manos 
para cualquier condena perpetua
a la que me condene tu piel.
Miénteme y dime 
que me enredo en tu pelo 
y en tus ganas,
que pintas latidos que perfilamos en cualquier esquina de la cama.
Dime ahora 
que la lluvia sorprende las ventanas
y pone música a esta soledad 
dedicada a imaginar dos mil veintiuna  casualidades
de coincidir en la exactitud de nuestros labios 
que se nombran y se besan en la puntualidad del deseo.
Dime que sí
que soy la coincidencia real,
el requisito indispensable para erizarte el corazón 
a un toque de los dedos.
Miénteme y dime 
que los trecientos sesenta y cinco días
que llaman a la puerta 
traen la llave de los sueños que nos quedan por cumplir
y que no nos cansamos de seguir soñando.
Dime que algún día estás donde estoy
uvas y cava sobre la mesa
besos de media noche ...
Y a media luz 
la certeza y promesa de ser tú
mi te quiero diario 
que tú aseguras en la eternidad
de cualquier instante nuestro.
Miénteme joder,
miénteme y dime
que me esperas,
que soy la culpa
de esta madrugada en vela
en donde yo te escribo
y tú me piensas.