lunes, 13 de mayo de 2019

Ayer Madrid me hizo pensar que...


Ojalá la vida siempre te cante bonito,
una canción pequeña 
como un cielo infinito.
Te abrace fuerte.
Te susurre al oído
que los  sueños no van a soltarte,
que no existe caída al vacío.
Lo mejor está por llegar
es eco y es sonido
del silencio, del ruido,
de la luna amanecida
del sol dormido,
del breve suspiro,
del fuerte latido.
Ojalá que la alegría sea tu orilla en este mar
cambiante y eterno,
aunque  arena
donde marcar nuestros pasos
no haya habido, 
ni besos náufragos 
que salvar del olvido. 


miércoles, 8 de mayo de 2019


domingo, 5 de mayo de 2019


Algo así como aquellos antiguos relojes de cuerda
que nos cantaban el tiempo ;
Tic tac, tic tac, tic tac...
Y en el sonido silente de la noche
apoyaba el codo en la mesilla de noche
y nos echaba el pulso;
o nos ganaba la paciencia
o le vencíamos con el empuje de los sueños.
Algo así pasa ahora,
solo que los pocos sueños que aún me sueñan,
decaen por algo que me duele entre la distancia y el olvido.
Por eso estoy en esta madrugada
tomando palabras como mecanismo de defensa,
para que si algo se hace crónico
sea un poema antagónico a cualquier pensamiento
de que no me imaginas escribiendo por ti.