domingo, 1 de febrero de 2009

No he conseguido dormir bien, desde la una y media de la madrugada estaba despierta dando vueltas en la cama. Su recuerdo y los de los acontecimientos de los últimos días eran como lozas que se aplastan contra mi pecho,asfixiándome.
Miro atrás y me veo ilusionada,entregada a un amor por el que lucho en infinitas batallas y que al final en vez de alzarme victoriosa en sus besos, pasa por encima de mis heridas rematando casi, este corazón imbécil que aún llora por lo que no merece lágrimas.
Me levanté para tirarme literalmente en el sofá a pesar de la cantidad de cosas que tenía que hacer hoy, con la mirada fija en la pintura extremadamente blanca del techo intento descifrar esto que siento y noto dolor, rabia, tristeza, liberación, angustia...miedo, y todo es una mezcla explosiva que se agita en mí a mil revoluciones por segundo.
Después de hacer un esfuerzo sobre humano para comer conecté el ordenador y estuve un rato hablando con María. Ella me decía _ que todo es cuestión de tiempo _. _ Esa es mi suerte _ le he dicho yo. A lo que ella me respondió _ Tienes otras muchas suertes, por ejemplo la de tener el camino libre para esperar y desear un nuevo amor que quizá se antoje por y para siempre.
Así sea, María. Así sea. Me digo después ,mientras paseo con este viento ciclónico que golpea la península y por el que me dejo llevar.