sábado, 4 de julio de 2009

Espera amor.


Espera amor, no te marches. Tengo la necesidad de hablarte.

Hace días que presiento que quieres contarme algo y no sabes como hacerlo. Pero espera, dejame antes que yo te cuente en qué me fundamento para hablar así.

He visto en primer lugar que tus ojos se desvían al mirarme y se pierden entre los cuadros o los libros de la casa. Que el verde intenso del cual se tiñen con las luces de las lámparas, se difumina entre alguna verdad que yo desconozco y hace que la carcajada se quede en una media sonrisa. ¿ Qué pasa ?.

Pero espera contestáme cuando yo termine de contarte que he visto como al pasar junto a la foto tuya y mía que hay en la entrada ya no te detienes para sonreirle como antes y entras y sales rápida como si la fotografía te recordase que aún no me has dicho lo que callas.

Noto como al dormir conmigo evitas el roce mío y dejas entre tú y yo un hueco quizá pequeño que nunca estuvo ahí y que pese a su tamaño caben en él infinidad de desesperanzas que van creciendo y creciendo.

¿ Qué es esa dejadez de tus manos, que ni me buscan ni me esperan ?.

¿ Es este el fracaso del amor ?.

Si es así, yo asumo el término de tu amor, mas no el mío.

No voy a retener lo que tú ya no quieras que se quede.

Cuando me hablas siento que hay algo que no se me ha dicho, que se pospone para otro día u otra situación más favorable. Quizás es esta.

Pero aguarda, en este preciso instante no estoy preparada, me equivoqué y las fuerzas no me aguantan.

Dejemoslo para mañana y dejame aferrarme a ese clavo ardiendo de tus ojos verdes de lágrimas.

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