Espera amor, no te marches. Tengo la necesidad de hablarte.
Hace días que presiento que quieres contarme algo y no sabes como hacerlo. Pero espera, dejame antes que yo te cuente en qué me fundamento para hablar así.
He visto en primer lugar que tus ojos se desvían al mirarme y se pierden entre los cuadros o los libros de la casa. Que el verde intenso del cual se tiñen con las luces de las lámparas, se difumina entre alguna verdad que yo desconozco y hace que la carcajada se quede en una media sonrisa. ¿ Qué pasa ?.
Pero espera contestáme cuando yo termine de contarte que he visto como al pasar junto a la foto tuya y mía que hay en la entrada ya no te detienes para sonreirle como antes y entras y sales rápida como si la fotografía te recordase que aún no me has dicho lo que callas.
Noto como al dormir conmigo evitas el roce mío y dejas entre tú y yo un hueco quizá pequeño que nunca estuvo ahí y que pese a su tamaño caben en él infinidad de desesperanzas que van creciendo y creciendo.
¿ Qué es esa dejadez de tus manos, que ni me buscan ni me esperan ?.
¿ Es este el fracaso del amor ?.
Si es así, yo asumo el término de tu amor, mas no el mío.
No voy a retener lo que tú ya no quieras que se quede.
Cuando me hablas siento que hay algo que no se me ha dicho, que se pospone para otro día u otra situación más favorable. Quizás es esta.
Pero aguarda, en este preciso instante no estoy preparada, me equivoqué y las fuerzas no me aguantan.
Dejemoslo para mañana y dejame aferrarme a ese clavo ardiendo de tus ojos verdes de lágrimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario