domingo, 31 de agosto de 2008

Quizá la lluvia sea quien produce
el triste tintineo de las lágrimas
que resbalan por mí
como húmedas gotas por los cristales.
Quizá la lluvia al asustar al sol
me hace ver tu sombra en cada rincón.
Quizá la lluvia, o el viento,
que más dá
si yo sé que te sueño
y me prohibes soñar.

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