igual que siempre
y me desperté al alba.
Tú quizá nunca sepas de este sueño,
ni de ninguno.
No sabrás nunca el encanto,
la magia que tiene la mañana
cuando despierto con tu nombre en mis labios.
¡Quién sabe qué caminos anda el amor!
¡quién sabe por qué prados,
ni qué flores desea!.
He soñado contigo,
igual que siempre
y al levantarme hoy
he sentido una extraña tristeza
del que camina y se pierde.
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