Precisamente ahora que el dolor recorre los caminos del olvido, recibe la llamada de Maite y le está contando que el tiempo que pasa sin ella es un tiempo borracho de recuerdos. Que cada noche sin ella a su lado es la tortura que la desarropa y la congela en el ciclo de su ausencia.
Precisamente ahora que no hay más huecos que llenar en su corazón le está diciendo que cada minuto surge la colisión de su corazón con la evidencia de que no puede seguir sin ella. Que prófuga el alma se le escapa en suspiros que se acurrucan en los rincones.
Precisamente ahora que no escuezen las heridas del adiós, la oye decir que la soledad se crece en la madrugada y proclama que no hay más nombre que su nombre, más boca que su boca, más amor que su amor.
Precisamente ahora que todo eso es lo que ella siente por Raquel.
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