Ni siquiera vio el fuerte. Cuando Cisco se detuvo,el teniente levantó la mirada y se dió cuenta al instante de que el animal se había detenido delante de su alojamiento.Se sentía desprovisto de todas sus fuerzas y durante unos segundos,todo lo que pudo hacer fue permanecer sobre el lomo de su caballo,inmóvil.Cuando finalmente volvió a levantar la cabza,vio a Dos calcetines,estacionado en su lugar habitual sobre el risco situado al otro lado del río.
La visión del lobo,sentado en una actitud tan paciente,como un perro de caza real,con un rostro tan dulcemente inquisitivo,produjo una nueva oleada de sentimientos en la garganta de Dumbar.Pero ahora ya había agotado todas sus lágrimas.
Descendió de Cisco,tambaleante,le quitó el freno de la boca y cruzó el umbral.Dejó caer la brida al suelo y luego se dejó caer en el jergón,tiró de una manta,hasta taparse la cabeza,y se enrolló formando un ovillo.
A pesar de lo agotado que estaba, el teniente no pudo dormir.....................................
Luego,pensando en dormir a cada paso que daba,preparó algo de heno para Cisco y finalmente se retiró a su alojamiento.cayó de nuevo en el jergón como un soldado agotado,tiró de la manta y se cubrió los ojos.
Un rostro de mujer apareció ante él,un rostro procedente del pasado que él conocía muy bien.Había una tímida sonrisa en sus labios y los ojos brillaban con una luz que sólo puede proceder del corazón.En momentos díficiles,él siempre había convocado el recuerdo de aquel rostro,una larga historia con un final desgraciado,pero el teniente Dumbar no se fijó en eso.El rostro y su maravillosa expresión era todo lo que él deseaba recordar,y se agarraba a eso con tenacidad.lo utilizaba como si de una droga se tratara.De hecho,era el analgésico más poderoso que conocía.No pensaba en ella a menudo,pero siempre llevaba aquel rostro consigo,y sólo lo utilizaba cuando se encontraba a punto de tocar fondo.
Permaneció inmóvil sobre la cama,como un fumador de opio,y finalmente.la imagen convocada en su mente empezó a surtir su efecto.Ya estaba roncando suavemente cuando apareció Venus encabezando un largo desfile de estrellas a través del cielo infinito de la pradera.
(Michael Blake. Bailando con lobos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario