Sentada al borde de su cama,mientras ella terminaba de vestirse,Claudia,otro día más, la avasallaba con su perpetua cantinela:
- Es inexplicable- decía. - No sé cómo habeis podido intimar tanto. Pero ¿no sois la noche y el día?, ¿ Será por aquello de que los polos opuestos se atraen?.
Marga terminó de abrocharse la camisa y sin responder nada seguía pacientemente escuchando a su compañera de piso.
- ¿Personas tan distintas pueden compenetrarse tanto?.
- ¿Cómo es posible?....
Marga terminó de ponerse perfume,cogió su bolso y sonrió mientras se despedía .
En la calle la esperaba Alicia. Sus labios se encontraron.
Marga sonrió de nuevo.
Todas las respuestas estaban en aquel beso.
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