A mí que hasta ahora ninguno se me ha cumplido, pero que no dudo que se realizan, aunque en cantidad muy menor a la que debiera estipularse en la llegada a esta vida, no soñarla me deja desnuda de ilusiones.
Si Yolanda me sonríe, cómplice de la luna como es ella, contengo el universo en esta mano que escribe y rubrico el ofrecimiento de mi tiempo.
Ella es una ventana que se abre al futuro por donde desaparezco y coincide todo lo bueno que ella en mí despierta.
Si deja de mirarme es todo un laberinto del que no encuentro salida si ella no vuelve sus ojos para guiarme.
Tras esta imaginación incansable de saberla en algún lugar Yolanda es el principio y es el soplo de ternura regalado en la tarde.
Y pese a que detesta mi mal genio y suele reprocharme mis largos silencios con el resto del mundo me dice que es feliz conmigo.
Ella no pretende hacerme distinta, sin embargo la descubro a veces contándole a su madre que no tengo remedio.
Tiene la habilidad de verme entre líneas. Inspira el poema, el encuentro y la ocasión.
Ella es la cicatriz que dejó en el alma tantos momentos sin ella.
Es el deseo que desea, que anhela , que alucina. La risa recién estrenada y el llanto dulce de sentirla mía.
Yolanda es un temblor de mis labios, réplica de un corazón que tiembla.
Cuando en las noches sin luz me amparo en su recuerdo Yolanda es la inmortalidad de un suspiro.
Ella es una canción que silba el viento....
... "Miro tu cara y digo en la ventana
Yolanda, Yolanda
ETERNAMENTE Yolanda".
2 comentarios:
Una cosa queda muy clara. Tu Yolanda, cuando decida aparecerse para ser esos mil sueños, será muy afortunada.
A que sí?.
jajajaaja.
Viene bien el comentario para enseñárselo llegado el caso. Gracias.
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