Otra vez siete de Abril.
El día amaneció lavado por la lluvia de la noche. Un día que siempre había sido complicado de vivir.
Habían pasado muchas cosas en el mundo en fechas como aquella, pero qué importancia tenían para ella.
El siete, número mágico decían. Já!, que se lo cuenten a Vanessa que desde un siete de Abril vivía presa de unos sentimientos que penaban un amor perdido.
Ninguna efeméride podía suponer para ella un minuto de atención cuando su vida se deshacía en pedazos , aún habiendo nacido un siete de Abril de mil novecientos setenta y uno, y ¿ la mágia, dónde estaba ? . ¿ Qué tenía de mágico haber perdido a la mujer de su vida ?.
Salió a la calle aspiró todo el aire que podía como si este le faltase. No tenía que trabajar se había cogido ese día libre, _¿ qué asunto más propio que mi alma ?_ pensó . No tenía dirección ni ruta determinada se dedicaría a deambular sin tiempo siquiera.
_ Hola, ¿ tienes hora ? _ le había preguntado la chica que leía en un banco de la Plaza por donde ella pasaba. Esa había sido la introducción a una conversación que discurrió tranquila,que se derramaba en medio de ellas de una forma espontánea, que rezumaba empatía y buenas vibraciones y se filtraba por minutos en un interés creciente de la una por la otra.
El fresco viento de la tarde pareció decidir el final del encuentro .
Vanessa se despidió con la certeza de que mañana regresaría de nuevo al mismo lugar y se encontraría a aquella chica que le había dicho que mañana estaría también allí por si le apetecía volver.
Claro que volvería, tenía que descubrir precisamente por qué quería volver.
Ya se alejaba y extrañada notó que sonreía, una sonrisa que se hizo más evidente cuando se volvió al escuchar
_ Por cierto, me llamo Esperanza _ .
2 comentarios:
Me ha encantado el relato, sigue escribiendo más!
Muchas gracias.Se hará lo que se pueda,jeje.Al menos el intento seguro que sí.
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