jueves, 4 de junio de 2009

Receta de amor




Guillermo Rodríguez Rivera(Santiago de Cuba, 1943)
Receta de amor:
Tómese un par de corazones, 2 corazones grandes y completos. 2 corazones donde quepan la ternura, la cólera, la alegría, el dolor, el error, la pasión más absolutamente desmedida y todo el desconcierto. (Parecerá, a primera vista, que se podría prescindir de algunos de los ingredientes; pero una vez que sepruebe el resultado, se advertirá que no hay nada superfluo.)
Mézclense bien; añádase a los corazones -claro está-cualquier otra porción decisiva de sus dueños y póngase a hervir en su propia sangre sobre un fuego muy lento.Si los corazones son de primera clase como se recomienda, resultan francamente innecesarias las especias, pero si se desea puede añadirse un pizca de cerveza, una canción o un verso después de que la sangre esté caliente.
El tiempo de cocción es muy variable, por eso el guiso ha de probarse repetidas veces. Sírvase en raciones grandes pero diseminadas y cómase de manera despaciosa, lujuriosa, reflexiva e intensa. No se requieren peculiarmente favorables condicionesde ambiente; al revés, este plato exquisito, caprichoso, cuece mejor si arde la llama en dirección opuesta a la del viento. Protéjase, eso sí, de las miradas de la gente. Si sus propósitos son otros, sencillamente, espere: la receta de matrimonio se publica la semana siguiente.






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