lunes, 7 de diciembre de 2009

Mi perra.

Hoy hace doce años que mi perra llegó a la casa. La única chica de la camada.
A los dos hermanos también los conocí , de vez en cuando aún me acuerdo de ellos. Y hay veces que le digo a ella la mala suerte que corrieron.
Al primero no le aguantaron ni sus primer año de cachorro, y lo abandonaron en un pueblo lejano después de un tormento de viaje donde no paró de vomitar.
Al segundo, lo destrozaron otros perros mayores, cuando en su curiosidad se salió de su trocito de patio.
Fuí por mi perra, sin saber que era ella a quien me iba a traer, porque al que primero ví fue a su hermano que llegó a mi casa de visita en manos de mi cuñada.
Yo siempre he querido un perro, y cuando le ví a él las ganas aumentaron. Me dijo mi cuñada que aún había dos perritos más que si quería uno que su amiga los regalaba.
Fuimos enseguida y la amiga nos trajo a los dos para que escogieramos. Un chico y una chica. El chico totalmente negro, mucho más espabilado que su hermana. Ella blanquita y negra, toda una bolita de pelo. La elegí a ella ( mi predilección por las chicas la salvó, jeje) .
Hoy cumple doce años con nosotros. Ya tiene todo el alrededor de los ojos y la boca lleno de canas, pero luego tiene una carita de bebe que todos se sorprenden de que tenga esa edad.
Es tan friolera y tan asustona como su dueña , que por cierto es de la única que se cachondea. Se me puede caer la boca llamándola que me ignora por completo, la muy "convenenciera"! que no me busca más que cuando quiere ella. Y todo porque la abrazo y la achucho y se ve que hago más presión de la que ella admite.
Si la ves comiendo, parece un cerdito, lo mismo come mandarinas como castañas, sandía, coliflor, aceitunas, etc, etc . Su pienso siempre queda para el último momento, cuando ya ve que mesa y mantel están recogidos.
Su debilidad, el chocolate. Con eso y tocarle la cabeza ya la tienes dominada.
Este verano estuvo muy mal y casi se nos muere de una infección muy grande . Estuvo tres días ingresada y todos notábamos en la casa su falta, hasta mi madre que decimos que tiene celos de la perra lloró cuando volvió.
Afortunadamente ahora está bien. Debajo de la mesa está, pegaita al brasero que es donde se la puede encontrar en cuanto llega el frío.
Mi hermana dice que no la he enseñado a hacer nada, que no es inteligente como otros perros, pero cuando le digo dame un beso me lame la cara y eso a mí me basta.
Yo la llamo mi peluche vivo, porque es blandita y suave.
Y ya está, que parece esto una redacción del cole, jejjeje .




2 comentarios:

noviembres dijo...

Qué curioso cómo los animales nos sacan pa fuera ese lado tierno que, generalmente, no dejamos ver a los demás. Y lo más gracioso es que no nos da ninguna timidez hacerlo, jajjaa, felicidades a tan afortunada perra....
Saluditos

alasdemariposa dijo...

jajajjajaa con ella no soy nada tímida, es verdad.