Es su nombre quien se enreda en este silencio, decía Sandra a Inés. Es su voz la que me sobresalta en la noche, su recuerdo quien me acorrala en las esquinas del miedo.
Y ¿ qué vas a hacer para a cabar con todo eso? dice Inés a Sandra . ¿ Cuándo vas a darte cuenta de que ese amor está terminado , de que de tí en ella no queda nada ?.
Sandra se niega a aceptar esa realidad que a ojos de Inés parece tan verdadera. No entiende que de ese universo conquistado por ella y Andrea no quede nada . Era como si de repente aquel cosmos hubiese estallado y ella confusa , perdida, abandonada y sola fuera la única sobre la que caían los pedazos del desastre.
Es que no es tan díficil de entender, seguía diciendo Inés. Cualquiera lo entiende menos tú, si no está contigo es porque no te quiere.
Ya lo sé, casi grita Sandra, pero yo sí la quiero, tampoco eso es tan díficil de entender . La quiero y no quiero este mundo sin ella .
Ah, y ¿ qué vas a hacer, suicidarte ? , continúa Inés. ¿No entiendes que este es el único mundo , la única vida que hay y tú la estás desperdiciando ?.
Una sonrisa amarga se marca en la boca de Sandra . Alguien que no me quiere, piensa con todo el poder de concentración que en ese momento le es posible , como si quisiera grabarse las palabras en el cerebro y en el corazón . Porque en este caso cerebro y corazón no razonan.
Parece mentira, pero ni una sola vez su cabeza le tranmite ordenes de ir "levantando cabeza " de "dejar el luto".
Te estás volviendo loca, le anuncia Inés .
Loca de amor, musita Sandra, igual que siempre . Exactamente de la misma forma en que viví mi relación con ella. Sigue siendo así. Sin ella yo no soy nada. Es el mar donde quiero hundirme.
¿ Y te aplaudimos, te damos un homenaje por gilipollas ?, le chilla Inés . ¿ Cuánto va a durar esto, eternamente ? . No lo sé, le responde Sandra dicen que el tiempo cura heridas que nuevos amores destronan los de antaño. Pero la verdad es que en mí no creo que eso funcione. Yo sólo existo por ella y si ella no está por lo que ella fue.
Verdaderamente estás paranóica, le dice Sandra. ¿ Vas a vivir de recuerdos, de pretéritos remotos?. Tú no estás bien !.
Claro que no estoy bien, estoy enferma de amor, pero es más no quiero curarme, no quiero dejar de anhelar sus besos, no quiero olvidar su cuerpo , no quiero librarme de su fantasma que aunque me inquieta y me aterra es sólo lo que tengo de ella. Entiéndelo, no hay sitio en mí que no le pertenezca a ella.
Entiéndelo tú, Sandra, estas jodidamente chalada. Te vengo diciendo toda la tarde que no te quiere, que ha sido ella, la propia Andrea quien me ha dicho que te lo diga, para que no te quepa duda. Y no hay forma de que comprendas por lo que se ve, así que me voy porque aparte de sacarme de mis casillas me estás acojonando. E inés se va hacia la puerta cuando oye, ¿ Ha sido Andrea quién te ha dicho que me lo digas ?.
Sí, dice esperanzada Inés, como si notase que al final su amiga estuviera reaccionando. Y ¿ vas a verla más ?, vuelve a preguntar Sandra. Como mañana con ella y con Amparo contesta Inés , contenta del pequeño avance.
Pues dile que la amaré toda mi vida.
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