Descendía el sol por las últimas horas de la tarde . Sin rumbo Lucía vagaba por las calles sin deternerse en nada ni en nadie.
Tenía la necesidad de encontrarla , la carencia de su abrazo ya se hacía insoportable , le exigía todo su ser un descanso, la visión de su mirada sería la salvación .
Era menester localizarla fuera cómo y donde fuese, no podía por más tiempo seguir en aquella vida sin sentido que era su ausencia . A eso ni siquiera podía llamarsele vida, ella no distinguía la noche del día, el calor del frío... todo se entreveraba, se confundía todo, la única certeza era el lamento de su corazón llamando a Inés .
La insoportable soledad la echó de nuevo a la calle, necesitada de sus manos , de su voz...
Recordó una vez más que su voz la enamoró desde el primer instante cuando Inés se acercó a ella y le había pedido fuego. Necesitaba ya oir su voz , solo en ella cobraban sentido las palabras , las de los demás, las de los otros eran sonidos carentes de cualquier significado, articulaciones de unas bocas ajenas que rechazaba porque no la dejaban deleitarse en la de la bienamada.
Se sentó a la salida del pueblo , la mirada perdida en un horizonte que transformaba en rojos el blanco de las nubes . Comenzó a mecerse mientras musitaba su nombre . Inés... y los ojos se le llenaron de lágrimas.
Acunaba ahora sus recuerdos , y fué como si un cuchillo le desgarrara el alma cuando su mente la regresó al entierro de Inés.
_ Ha sido la loca _ había dicho alguien que pasó por casualidad , cuando un aullido rompió la tranquilidad del campo .
6 comentarios:
que mal cuerpo se me ha quedado :(
Un relato muy terrible.
Duro pero real, me ha gustado...
besotes de esta peke.
pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe caliente, siempre que quieras...
Teneis razón los tres.
Mu buenas, que creo que te encuentro algo fùnebre...cierto?
dulces sueños
No estoy fúnebre, Noviembres,sólo es una historia fúnebre, más nada.
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