- A ver ... ¿ qué tiene de malo que vengas con nosotras ? - preguntó Carmen a Ana .
Ana guardó un momento de silencio y miraba sin pestañear a quien había formulado semejante pregunta con la intención de darle tiempo a reflexionar sobre ella porque parecía que la había hecho , sin tener en cuenta razones , circunstancias , motivos que la afectaban considerablemente y de los que Carmen parecía no darse cuenta ya que volvía a insistir
- Podías venir un rato , tomarte un café y te traemos rápido - .
- Joder Carmen que no voy a ir, deja ya el tema .
- Pues al menos dame una razón , porque no pareces más que una inmadura cabezona -
La sonrisa aún sin querer se formó en los labios de Ana. Ay, si tenía no sólo una razón si no cientos de razones que la sostenían a lo que Carmen había llamado inmadura cabezonería . Pero... qué fácil era para Carmen renombrar los sentimientos cuando no afectaban ni a su corazón ni a su piel.
- No me apetece - le dijo Ana, queriendo zanjar el tema - .
- Ya, porque es ella , ¿ no ? - .
Tras este ¿ no ? se rompió la aparente tranquilidad de Ana y esa herida no cicatrizada todavía .
Y lo peor de todo era que Carmen sabía de esa herida producida por ella pero parecía como si queriéndola "reconciliar" con su nueva novia y a veces con el mundo entero se sintiera menos culpable .
Ana volvía a mirar a Carmen ; ¿ cómo no iba a darse cuenta de lo que le dolían esas palabras ?. Sin embargo esta le sostenía la mirada retándola a una respuesta que de antemano Ana sabía que conocía .
- Pues sí Carmen, es por ella - estalló Ana - . Por ella y por tí . Por ella porque está con lo que más quiero y por tí porque me matas el alma cada vez que la miras, la tocas o la nombras . ¿ Es eso lo que querías oir ? , pues ya lo sabes . No voy a entrar en el juego de parecer comprensiva y encantadora porque no lo soy .
- Es que tampoco quieres darle la oportunidad de conocerla - interrumpió Carmen - .
- Es que no quiero conocerla - sentenció Ana - . Me dá igual lo maravillosa que sea .
- Mejor es que dejemos el tema - sugirió Carmen - .
La sonrisa anterior de Ana volvió más irónica y visible.
- ¡ Dios, Carmen es lo que llevo dos horas intentando que hagas ! . Pero claro hay que caldear el ambiente, ¿ no ? , seguir echando leña al fuego hasta que me achicharras viva .
- Mira que eres exagerada, Ana . De todo haces un mundo . Venga me voy, te llamo mañana - le dijo Carmen e hizo ademán de besarla - .
- De todo no, sólo de tí , ese es el problema - le dijo Ana y rechazó el beso - .
La vió alejarse .
Así era Carmen la luz y la sombra de su vida , pensó . El punto y aparte que ella no consigue hacerlo punto y final.
La imaginó en brazos " de la otra " y la sacudieron nuevamente los celos .
- Celosa , deprimente , histérica , idiota . ¡ Ay Carmen, lo que has hecho de mí ! - se dijo - .
Cerró la puerta al frío del invierno y al tormento de sus pasiones . Y para remediar lo primero subió la calefacción, para lo segundo volvió a darse cuenta de que aún no tenía solución.
5 comentarios:
Más claro no se lo has podido decir...
que malos son los celos...
María es que cuanda Ana se arranca es muy clara, jeje.
Tanais, de lo peorcito.
Yo creo que Carmen es un poco corta
Anónimo, Qué significa que Carmen es muy corta ? .
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