sábado, 22 de mayo de 2010

En el amor siempre hay algo de locura.

Y ¿ Qué importaba si Mayte no era perfecta?, ¿ acaso lo era ella?.
¿ Por qué tenía que exponer las razones que nadie más veía, cada vez que le preguntaban qué había visto en Mayte?.
Sus motivos no eran claros ni tangibles ni evidentes para otra persona que no fuera ella.
Porque sólo a ella se le desbocaba el corazón nada más verla, y ¿ Quién si no ella iba a entender que ese desbocarse era un incremento de forma desmedida de un sentimiento llamado amor ?.
¿ Qué había visto en Mayte ?, mil veces le formularon aquella pregunta a Lucía. Hasta Daniela había dicho con ese acento tan condenadamente atractivo para ella _ Vos estás loca _.
Probablemente esté loca, piensa Lucía, porque como afectada muestra una conducta que se aparta de la normalidad de una modo determinado; ella no puede tener ante Mayte esa conducta indiferente que muestran las demás a su paso, a ella se le va el alma en cada una de sus pisadas.
Como afectada, frecuentemente se le manifiesta una pérdida de control, de control de emociones que no puede frenar, de control de sus pensamientos que van y vuelven, vuelven y van a cada acto,cada palabra de Mayte..
Como afectada los actos de Lucía pueden ser objetivamente absurdos e inútiles. Ayer le envió un precioso ramo de rosas y el lunes inventó una especie de mousse al que llamó el beso de Mayte.
Como afectada la diferencia entre lo real y lo irreal puede desaparecer para ella, y se ve despertando al amanecer en los brazos de Mayte, y sus brazos son su mundo y no quiere otros mundos que deriven en brazos extraños, ajenos al calor y al olor de Mayte.
Tal vez Lucía esté loca de amor. En el amor siempre hay algo de locura, mas en la locura siempre hay algo de razón, decía Friedrich Nietzsche. Y la razón de Lucía no es otra que saber que su llanto y su alegría, su risa y su agonía , su noche y su día.... acaba y empieza en Mayte, en ese nombre de mujer que va cantando el viento apenas rompe el día y la hace temblar como tiembla la hoja en la rama, como sólo pudiera temblar el alma a las puertas del cielo.
Un paraíso aquí en la tierra, propio, íntimo, especial, que nadie comprende, pero en el que ha sido elegida. Su Edén de rejas abiertas donde no es ninguna locura amar a Mayte porque ella es Lucía.

No hay comentarios: