viernes, 6 de marzo de 2009

Yo ya sabía cuánto miedo le tenemos al dolor. Tanto ante el físico como ante el moral, todo se nos vuelve a alzar una torre de analgésicos. Huimos de él como de la peste: la peor peste es él. Nos rebelamos heridos,hemorrágicos,torpes frente a este extraño visitante. Nunca reflexionamos qué bien estuvimos sin él hasta que él aparece.
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Apreciamos las cosas cuando empezamos a perderlas, cuando empezamos ya a echarlas de menos. Y no usamos para nada la experiencia pasada, porque todo el tiempo es presente:siempre es presente... .
El pasado y el futuro únicamente hoy, ahora, nos interesan. Y hasta el amor perdido que lloramos, que estamos hoy llorando, es el mismo de ayer. Las mismas nuestras lágrimas y el mismo el modo de verterlas.
No, a nosotros no nos sirve la experiencia. El dolor y el amor son siempre nuevos. Siempre es presente para nosotros, nos demos cuenta o no.

( Los papeles de agua. Antonio Gala )

1 comentario:

noviembres dijo...

pues no estoy yo mu de acuerdo con lo que dice este señor. La experiencia de la vida te enseña a saber aceptar y reconocer las cosas. Los amores podrán ser nuevos, el dolor también, pero sólo el aprender de la experiencia nos ayuda a superarlo todo, posiblemente algo mejor y algo antes. Eso espero.