sábado, 20 de septiembre de 2008


Y ella descubrió la presencia de sus labios en la ausencia de sus besos y supo que no quería perderla cuando la había perdido.
Y en la tortura del cuerpo y del alma sintió que su aliento se fué con ella cuando cerró la puerta.
Y supo que su única liberación era ir a su encuentro.

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