jueves, 1 de mayo de 2008

Un sueño de invierno



En una noche aterida de frío en que buscaba tímidamente el calor de las estrellas,me trasladaste a tu mundo de sueños.

Me hiciste viento de primavera que volaba por entre las casas,abría y cerraba puertas a mi antojo y saltaba sobre sábanas de franela tendidas en una terraza y reía con risa de aire transparente.

Soplaba mi aliento sobre las nubes y estas se tornaban ovejas de algodón que brincaban en el infinito azul.

Me hiciste recorrer paisajes que anduve sólo en libros .

Palpaba con mis manos cada objeto que se cruzaba en mi camino.Miraba cada detalle pasando casi inadvertida como viento que era.

Dejé de ser yo para convertirme por medio de tu encantamiento en
vendaval de corazón ligero que hacía acrobacias desde lo alto de una torre o en la cruz misma de la sierra.

Presa de la alegría que produce la libertad de alzar el vuelo ,reía de nuevo.Ya no pesaba el cuerpo ni dolían las cadenas que arrastra mi cerebro...

De repente unas voces que provenían de la calle te espantaron y volví a la luz de mi cuarto,lejos de ser ni tan siquiera brisa.

Creí que si volvía a dormirme te encontraría de nuevo y cerré apresuradamente los ojos para esperar tu llegada.

Y te esperé deambulando por otros sueños hasta que desperté huyendo de los dientes implacables de un vampiro.


1 comentario:

noviembres dijo...

¿ el Amor te arrastra y te hipnotiza, te chupa la sangre como un vampiro? o he leído mal ? jjaaj, creo que eres tú mu guasona, no?