...Y era la luna un hada
con su capirote de plata
y yo le pedí un deseo.
Vente conmigo a comprar estrellas
que el cielo está de rebajas.
A ver si me devuelve
este tiempo que dedico
que no controlo
y que no me explico,
de volver al camino equivocado
de sentir el asalto
con cuchillo en mano
de las huellas de tus manos.
De la muerte sin motivo
de tu beso en mis labios.
que no controlo
y que no me explico,
de volver al camino equivocado
de sentir el asalto
con cuchillo en mano
de las huellas de tus manos.
De la muerte sin motivo
de tu beso en mis labios.
A cuarenta grados a la sombra
y mi corazón tiritando de frío.
Agüita que tu me des
agüita que yo me bebo
si mi boca durmiese en tu boca
¡qué dulce fuera mi sueño!.
San Carlos Borromeo
que se me pase este cabreo.
Y yo no supe
que ella se había ido
hasta que me ví arrastrando el alma
para que volviera conmigo.
1 comentario:
aysss, qué tristeza mare, para esta soporífera hora de la siesta que, no sé por ahí, pero aquí hay un silencio sepulcral. Se han ido tod@s, la ciudad está desierta, un lujazo vamos.
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