viernes, 4 de septiembre de 2020

A Bruli, a Flaco , a Zowi y a todos los que no os quisieron.


 La sonrisa tan triste

como una tarde de duelo.

Tiembla del miedo

que aguanta su cuerpo.

Que desequilibra las ganas 

entre quedarse y salir corriendo.

Le llamé - Chico!

Y le desconcertó el sonido

de una voz a la que parecía

querer aferrarse ,

como se agarra el aire a un suspiro.

Se ha acercado 

cuando yo me he alejado.

Prudente,temeroso...

cautivo de media soga que lleva 

al cuello,

residuo, marca...

memoria de una existencia de perro,

repleta ahora de parásitos y heridas,

que desconoce la bondad de un dueño,

que encargó a la muerte

quitarle la vida.

     

4 comentarios:

De barro y luz dijo...

¡Qué triste... y qué bonito!

Bsss

Gustavo Aguilar Alterno Espiraaaal dijo...

Saludos, siempre hay que plasmar las cosas como las traemos dentro, sin importar a que suenen, si a dolor, alegría o muerte, así las cosas.

Alexander Strauffon dijo...

Triste y real.

Laura dijo...

El final me ha robado el corazón.
Que gran frase.
Besos.