viernes, 18 de septiembre de 2020

Desde y con la lluvia.(Dueto).


 Esta tarde, la lluvia.

El agua densa que regala calma,
en gotas lentas y pacientes,
escapadas de una nube pasajera
hacen filigranas de cristal sobre las aceras.
Sin prisa por mojar.

Huele a fin de verano,
a brisa detenida,
a nostalgia,
a puntos sin apartes.

El incipiente otoño adelanta sus colores
y planean sus sombras ambiguas,
aún desdibujadas,
sobre las historias que te leía.
Esas que quedaron marcadas
en el libro que no acabaré .

Tan solo fue ayer cuando perseguí tus pasos en la orilla,
la misma en la que una vez deposité el deseo de un último verano.

Estar y ser.
Permanecer en sigilo,
esperar.
esperarte.
Saberte sin llegar a alcanzar el nuevo rumbo de tus pasos.

Tus pasos, perdidos en calles indiferentes a nuestras huellas,
Un pavimento que desconoce el rastro,
el ritmo que te trae a mi encuentro.

Qué estás haciendo?
Te llueve mi nombre 
en forma de precipitaciones urgentes
por mojarte en mis labios?.
Yo me estoy empapando de tu ausencia, 
calándome la piel y el alma en esta soledad 
que abraza y rodea cualquier ilusión que sepa de ti.

Esperar, esperarte, 
convenciendo al tiempo que nos pague,
recompense los días que nos debe.

No hay nadie en el bar de la esquina,
sale fuera la música...
un bolero , una suave y conmovedora melodía 
que pone banda sonora a la añoranza del corazón.

Un corazón que te piensa,
que te quiere, que te busca.
Que te inventa abriendo un paraguas para dos,
en esta tarde donde el agua lenta
hace filigranas
y adorna en forma de lluvia y versos
un cielo que dejó de ser azul
para llorarte.

Para llorarte lenta y pacientemente
con las gotas que te conté
que se escapaban de una nube
que por pasajera ya no está.
Y anda enredada con el viento
que silba con acordes e insiste
en llevarse mi voz.

Esta voz con la que te nombro bajito,
con la que pregunto dónde estás,
e intercede en tu silencio,
apagando todo ruido que no tenga respuesta.

Esta tarde, la lluvia
no es solo un avance de otoño,
es un pretexto, un motivo, una excusa,
para rendirme a la necesidad de tu boca,
de mi cuerpo calado de ti.
Y yo no puedo más que rendirme sin condiciones.

(Halley + Alas de mariposa)














5 comentarios:

Gustavo Aguilar Alterno Espiraaaal dijo...

Hola, Super hermoso todo esto amiga, que tengas un lindo fin de semana.

Laura dijo...

Wow! Te llueve mi nombre.
Que dueto tan mágico. Os felicito.
Besos.

eli mendez dijo...

La lluvia es tantas veces inspiradora de nostalgia...quien sabe porque sera... Asi es como te han quedado estos versos maravillosos que en su totalidad conforman un poema muy bello..
..."us pasos, perdidos en calles indiferentes a nuestras huellas,
Un pavimento que desconoce el rastro,
el ritmo que te trae a mi encuentro.

Qué estás haciendo?
Te llueve mi nombre ... CUANTA MELANCOLIA POR AQUI!!!! me ha encantado!!! un placer leerte y descubrir tus poesias... Saludos desde Argentina

Alís dijo...

El otoño entero es un pretexto. Él sólo se encarga de generar el contexto. Como ese sonido de lluvia, que tanto agradezco.

El poema me parece precioso. Parece escrito por una sola persona y eso me parece genial.

Felicidades duplicadas.
Los besos también

A.S. dijo...

Um belissimo poema a quatro mãos!
As primeiras chuvas de outono, ainda trazem as últimas carícias do verão!

Abrazos!