martes, 11 de septiembre de 2018

Entre el cielo y el infierno

Te he visto cruzar la calle,  tus botas han hecho bailar el charco de la lluvia de anoche. Han sido los dos minutos diarios que necesita mi corazón para reiniciarse.
Eres como ese café urgente que te pide el cuerpo para reconocerlo como tuyo.
Anoche soñé contigo, no es la primera vez, ni será la última. Fue un sueño bonito, no como otros que más que sueños son auténticas pesadillas.
Soñé que llamabas a mi puerta, me sonreíste y me dijiste, mi día no empieza hasta que no me regalas tu sonrisa.
Algo parecido a lo que me ocurre a mí, cuando oculta tras el visillo de la ventana veo que sales de tu casa. Entonces, cada día, inauguras mi mundo.
Helena mira la hora. Llegará tarde, como casi siempre, pero bueno, es la ventaja que tiene ser la hija del jefe.
No puede ni quiere renunciar a ese ritual de ver a Sara, que sea la primera persona que  ve cada mañana, sentir a veces que el viento le regala su perfume, o reírse cuando la ve luchando con ese mismo viento para que no le vuelva el paraguas.
Cuando ya pasa, se sienta a escribirle algo en el bloc de notas del móvil. Sí, podría hacerlo en cualquier otro momento del día, pero forma parte de ese rito que inició en febrero.
Recuerda que eran vísperas de San Valentín, Andrea, la chica de correos, la estaba invitando a tomar algo, mientras le entregaba uno de los muchos paquetes que suelen llegar a la oficina a diario.
Helena estaba improvisando una excusa cuando la puerta se abrió y conoció a Sara.
Desde entonces la oficina es un lugar entre cielo e infierno.
Cielo porque los ojos de Sara son un auténtico edén, un paraíso su boca, con una sonrisa que ni la mismisíma Julia Roberts.
Y un infierno por que Sara cuando por primera vez abrió la puerta, también vió a Andrea.
Y Helena sabe que la segunda persona que saldrá de la casa, que siempre espía, será ella.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bufff, difícil estar enamorado de alguien que tiene pareja. Muy difícil
Es un relato tuyo, verdad?

Anónimo dijo...

Alasdemariposa:Anónimo, Sí. (A las dos cosas).

Maria Navarta dijo...

Muy bonito...como todo lo que escribes.
Un beso

Halley dijo...

Tierna historia con final real. Tal vez Sara se deje querer...