Ha bajado definitivamente la persiana ,
como definitivamente tú cerraste los ojos con los que me mirabas.
El eco del hielo en el vaso
es solo un recuerdo
que pasa despacio cuando transito la acera
vacía del velador en que yo aposté que me querías.
Se van acabando los lugares donde te quise.
No hay mesas donde me proponen besos
los instantes y tú.
En la plaza siguen riendo los amores,
y yo voy con la envidia en los bolsillos
y una esperanza resbaladiza que no sabe encontrar su sitio.
5 comentarios:
Me gusta mucho el final... llevo un rato intentando decir algo más. Mucho ánimo.
El bar cerró pero el recuerdo se mantiene abierto. Piensa en ello.
Se van acabando los lugares donde te quise.
Hay versos que escribes que a mí me dan toda la envidia del mundo.
Besos, bonita.
Cerró el bar pero no el corazón, y alli estará siempre, Muy bueno, beso.
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