domingo, 3 de noviembre de 2019


He dejado de pedir (te).
Las imaginarias velas
quemaban los sueños
más que iluminarlos.
Ya no tengo sueño,
solo ganas de dormir.
Ni siquiera deseo los insomnios
que me mantenían despierta 
a la luz de tus ojos.
Es terrible, pero siento
que perder (te) /(me),
puede ser una liberación.
Debo desencadenarme al fin
de las probabilidades,
de leerme,
de buscarme...
aunque me suponga amputarme
la certeza de que yo también merezco
ser el deseo de alguien.

6 comentarios:

Alís dijo...


Hay pérdidas que efectivamente son una liberación. A veces lo sabemos en el momento, otras lo descubrimos con el tiempo.
Más allá de eso, no amputes esa idea de que mereces ser el deseo de alguien. Es un hecho.

Un abrazo más que gigante

Laura dijo...

por supuesto, eres el deseo de alguien.
Y quien no te lo demuestre (como mereces) no debería quitarte el sueño.
Besos.

Adriana Alba dijo...

Un poema hermoso, lleno de magia y musicalidad.
Abrazos.

Anónimo dijo...

El final de tu poema debería ser el comienzo del siguiente(s)
Libelula

Amapola Azzul dijo...

Liberarse hace a uno más ligero y liviano.

Besos.

Maria Navarta dijo...

Eres el deseo de alguien! Con total seguridad!!