miércoles, 11 de abril de 2012

Lyrica.

La Lyrica me marea a las letras y a Yolanda. Desplaza la a sobre la ene y la yo deja de ser consciente de su propia identidad para arrinconarse junto a la d, de distancia quizás . Tal vez hoy no sea responsable de ningún verbo ni escrupulosa con cualquier forma semejante que pueda predecirla entre tantas putas mentiras que puedo alimentar con tan bajo presupuesto. Esto bien pudiera ser una elegía a lo que quiero con los efectos de lo que no tengo, que juega conmigo al gato y al ratón y me caza en el sofá entre efluvios de poeta y ridícula realidad.¿Culpa de la pregabalina esta estrofa condicionada al vaivén de mis ojos en la oscuridad?. Ojalá se mantuviera quieta la cabeza en la última a y no rodara por la casa detrás de Natacha y por encima del cristal y quedara detenida,presa ahí justo al lado de donde empieza el nombre verdadero. Prohíbeme el pensamiento irracional de saber sus labios. Que no es posible que después de leer las indicaciones de su ausencia yo siga siendo la única idiota que suscribe tantas estupideces en la red. Esta parodia de oda no puede ser una ola en la que ella me marea por mucha cápsula que lleve encima. Me planteo suspender el tratamiento para intentar normalizar el sistema síquico y emocional pero al final me hace gracia que la i griega  demuestre tanto interés en morderme la boca.No voy a mover el punto y seguido ni el paréntesis proporcional a quererte cuando te vea,, aún con el añadido de que tú no me quieras a mí porque no tengo el corazón (ni las piernas) para escapar de un amor que hace del deseo cobardía para huir.

1 comentario:

chris dijo...

Pues no sé muy bien qué decirte porque no sé muy bien a qué corresponde el post. La falta de duloxetina hace estragos en mi cabeza esta semana...

Sólo espero que estés bien y que la caja de Lyrica no sea tuya.