Se sobrecogió la luna a la par que mi alma.
Cargado de repente el aire de la noche me asfixiaban tus palabras.
Intentabas conformarme, conciliarme con ellas.
A tu lado yo, intentaba escrutar, sondear esa oscuridad que sin advertencia
me retaba.
Declinaba el amor, moría en medio de nosotras dos .
Tú seguías enunciando razones y motivos...
Yo consagraba el último instante a mirarme en tus ojos.
_ Ya no te quiero _ dijiste y se gastó tu mirada.
Se gastó la noche de estrellas pálidas, se gastó mi saliva sin decir nada.
Apuraste el tiempo atendiendo mi primera lágrima,
alentada mi boca persiguió el beso que rechazó tu boca.
Inconquistable el amor agotó su último latido.
4 comentarios:
Sobrecogida también me he quedado con la lectura. Envuelta en escalofríos reviviendo esa mirada que describes, una última y silenciosa mirada que grita un adios.
Felicitaciones :)
Cuando el amor no termina para amb@s a la vez y uno de ell@s quiere retener lo que ya no es posible comienza la pesadilla, que trae escalofríos también.
Gracias Wasabi.
Alas, a veces tus escritos me dejan paraíta en el sitio, eh, y hoy es domingo y hay que disfrutar del día, aunque esté hecho un desastre pasaíto por agua, pero bueno......
Ya me contarás lo de paraíta en el sitio, noviembres.
Un saludo.
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