Si no ...

La casa abre los ojos contigo,
en la cocina hay besos
con sabor a café y mantequilla,
y en el salón excusas
para frenar al reloj
que ya sobornamos
cuando amaneció tras tu espalda
mientras Venus competía
por iluminar de rojo y plata
un universo de sàbanas blancas
que guarda las preferencias,
las motivaciones de mis manos
en los utópicos límites de nuestra cama.
El lunes se viste de domingo,
sin prisas,
como yo,
que voy improvisando todos los  desayunos
desde que andas descalza y sin pijama
entre mi cuerpo,
que siempre estrena calor contigo
en este prolongado verano
en que el amor
ha domiciliado el sentimiento.
Te ríes de la torpeza que aún mantengo con los botones
y tu risa pregunta
si soy capaz de temblar de distinta manera
a esta agitación del alma
que me provocas cuando te acercas.
Somos la esencia
de este  tercero  izquierda
de la séptima planta ,
vecinas del mar ,
y de una panadera que me envidia la suerte .
No sé si te lo dije,
pero la primera vez que entramos
olía a esperanza
y la felicidad  se acomodó en el sofá
mientras los sueños nos perseguían
por todas las habitaciones
como decoradores profesionales .
Aquí yo he aprendido que esto es una vivienda
y que no hay más hogar que tus brazos,
que si me pierdo en ellos
voy dejando todas las pistas
para que me encuentres .
Se escucha siempre
aquella melodía que nos unió una vez ,
acordes de dos corazones
en un aria interminable de latidos .
No hay más terraza
que un balcón
donde contamos estrellas
y en donde en noches de luna llena,
te lo juro,
tus ojos brillan con la intensidad
de un firmamento completo,
y yo aparto un instante la mirada
para descubrirlo de nuevo .
Hay fotos que evidencian
que la vida nos acaricia bonito...
que el tiempo retó calendarios
para traernos a este presente
infinitamente pequeño
ante el  excepcional futuro que nos aguarda
o para  dar cuenta de una secuencia
que sucede aún
si no te hubieses ido .