jueves, 19 de mayo de 2022

Sari

 




A veces la vida se tiñe 

de tu color favorito

y parpadeas creyéndola un sueño. 

 La miro y veo la suerte

y rozarla con los dedos  es un estremecimiento de la alegría inquieta

que hace de ella su único argumento. 

El ruido es un bullicio de ciudad

silenciado en mi cuello

que atiende su respiración

vigilante, atento, 

ajeno a la madrugada y al sueño. 

Qué sencillo y complicado

 es interrumpir pensamientos, 

sentirlos en orden

o en contra del viento. 

La noche era bonita, 

ella era (es) bonita, 

como un principio de primavera, 

si ríe incita al beso, 

inevitablemente. 

Sabe besar con las manos

y tocarte con la mirada. 

Al mirarte sonríes

en un abrir y cerrar de ojos, 

Si se calla enmudeces 

como si fuera muy difícil

conjugar cualquier tipo de verbo. 

Si se duerme 

las horas se hacen largas

como  kilómetros de desierto

aunque  al último minuto 

te salva su abrazo

como el agua que llega a tiempo. 

Creo que es experta

en crear 

recuerdos irrompibles, 

lo percibo en estos 

que van abriendo los balcones

de aquella ciudad con mar, 

y saben que 

a su lado una  tiene la sensación

de que la vida se tiñe 

de su color favorito

y parpadeas creyéndola un sueño

y está ahí. 


















1 comentario:

Devoradora de libros dijo...

Es que a veces la vida es perfecta. Pero en vez de disfrutarla, dudamos, desconfiados.

Besos.