sábado, 5 de febrero de 2022

Algún día.


Algún día le escribiré un poema al amor de mi vida, 
le recitaré a latidos lo que vivió
mi alma sin ella,
deshojaré margaritas sobre su cuerpo 
que arrojarán siempre el mismo resultado sobre mi cuerpo, 
un deseo insurgente sublevado a la distancia de su piel. 
En París encontraremos los besos perdidos, 
aquellos que siempre nos esperaron a la orilla del Sena
y gritaban nuestros nombres desde la planta tercera de la Torre Eiffel
en las noches de luna llena  
cuando cualquier reloj del mundo
marcaba la hora exacta de la estación del amor. 
En Roma perderemos la noción del tiempo
en una taberna ubicada en la ribera oeste del Tíber, 
donde el vino nos dará resaca de felicidad
y donde yo por fin descubriré la eternidad de un momento. 
Seremos huéspedes de los hoteles románticos 
y de los instantes mágicos , 
treparemos la  locura de los sueños, 
haremos de nuestra cama el Edén
de nuestros deseos. 
Destierro de ropas, 
hambre por el suelo... 
Repatriación de suspiros muy lejos del cuello. 
Amaneceres de invierno frenando en seco todos los Eneros. 
En una casa donde somos  y sucedemos
y sucede el atardecer sobre el Mediterráneo  , 
y  donde unos labios 
y unas manos  rubrican  
la certeza de suceder más allá de los tiempos. 
Un infinito presente, 
supeditado siempre al principio, 
al orígen de dos corazones temblando al sol. 
Algún día escribiré un poema al amor de mi vida, 
y no serás tú. 














4 comentarios:

Halley dijo...

Las musas haciendo de las suyas. Qué bonita descripción del amor incipiente, como todo lo que escribes
H

De barro y luz dijo...

Ese viaje, ese poema, ya existe y late... sólo falta traducirlos en palabras.

Bss

Devoradora de libros dijo...

«Algún día» es un sinfin de posibilidades, donde todo es posible. Que escribas esa carta de amor, que no. Que la escribas pero no sea a él...

Besos.

Laura dijo...

Creo que ese "algún día" ya ha llegado. Ya la escribiste... y bien linda por cierto.
Besitos.