miércoles, 28 de agosto de 2019

El título se lo llevó una ola


A veces me quedo esperando que el mar me hable.
Sé que ellos se conocen,
que en alguna de sus orillas
a ella se le perdió la mirada hacia un infinito azul
mientras las olas competían
por reflejarse en su mirada. 
Sé que desde el acantilado de sus ojos,
los mares ,
son piratas de agua
que le roban suspiros
y le asaltan el alma  con emociones contenidas (o no)
ante la bravura del sonido de sus sueños
que hace huella en la arena
y que cualquiera en su sano juicio
desearía abordar.
Sé que hablaron con frecuencia
y no es posible no tener envidia.
Son los mensajes de botella
que muchos quisiéramos descubrir.
Pistas, indicios, rastros,
que nos lleven más cerca.
Así como se acerca la brisa a la piel
para erizar cualquier asomo de realidad,
con emoción contenida (o no).
A veces me quedo esperando que el mar me hable
sé que él sabe de historias para soñar.

5 comentarios:

Amapola Azzul dijo...

El mar es misterioso, los enigmas se acumulan adentro de su ser.

Muy bonita entrada.

Besos.

Laura dijo...

Me gustaría encontrarme un mensaje en una botella...

Alís dijo...


No necesita título, aunque lo tiene.

Me gusta el mar, como realidad y como metáfora. Y me gusta tu poema. Mucho

Un abrazo

Pitt Tristán dijo...

Una espera, unos versos, llenos de ternura y nostalgia.

Saludos.

Adriana Alba dijo...

Amo el mar...
Bello poema.
Abrazos.