domingo, 24 de junio de 2018

Una noche que era San Juan.

Romero romero,
que salga la soledad
y venga el beso
el cuerpo amante
y el deseo.
Que sea su boca la llama ardiente
de la hoguera que arde sin que me queme.
En la noche más larga entre su pecho y su vientre.
Tráete la risa que me enrede
en medio de la madrugada
y el día que viene.
Haz la magia del tacto de mi piel sobre su piel
cuando despierte.
Romero, romero,
que no haya engaño cuando cruce el calendario
y a finales de Diciembre aún me esté mirando.
Romero, romero,
vente con todo lo bueno,
haz que se escuche un te quiero sobre el rumor de las olas,
bajo el cielo que ella y yo conocemos.
Llévate y rompéme el miedo,
a la lluvia sin su aguacero,
al frío sin su escalofrío,
a la intriga sin su misterio.
Al viento sin su perfume,
a su perfume sin mi recuerdo.
Romero, romero,
doce letras para invocar al sueño,
R de realidad,
vocales de aliento
y una m de mejor(tarde que nunca)
de mañana (será otro día),
De mágica, de más, de mucho, de miradas, de moradas.
De miles ( de sueños, promesas, canciones, palabras...)
De (siempre) mía.

2 comentarios:

Nabila dijo...

En mi ciudad no hay hogueras, pero hay fuegos artificiales al lado del río, y también se desea al verlos , muy buen deseo el tuyo

Anónimo dijo...

Alasdemariposa :Gracias Nabila.
Espero que tu deseo (sí lo hubo) se cumpla.
Un saludo.