De sueños sin ases en la manga que te ganen la batalla.

Yo no quería
 los tenía atados en corto
hasta que esta madrugada
me acerqué demasiado
y me mordieron.

Como las putas mentiras
que solo saben
cobrarme a versos.

Nombrarte es ya un clásico
con triste fnal.

El blanco y negro  
de nuestra historia
destiñe en la octava fila
de un cine que no sabe
que un día tú y  yo
pudimos besarnos.

El cielo amaneció 
tan tonto como yo
y ambos andamos
mojando las esquinas.

Se están encendiendo 
algunas luces.
en días como este 
debería estar prohibido
que más tarde 
nos insultara el sol.

Porque la lluvia 
es la excusa perfecta
para disimular días sin ti.

De verdad que hoy  no sé
si es mejor vivir
en la ignorancia de tu boca
o saberme eterna
en un beso que me despide
sin rozarme apenas los labios.

Sé que en cualquier parte
tienes razón para ser feliz
y por eso desatiendes mis razones.

Que no dormir contigo
hace que mis sueños
tengan los días contados.

Que tú barajas 
el tiempo en mi contra.

Que yo soy 
de perderme en las batallas.

Que claudico en tu mirada
Y me indultas 
(no sé por qué extraño motivo)
el último minuto
para pensar en ti.

Y yo que no soy
de las que  te esquivan 
ni tengo un as en la manga
ni un billete a otra parte
finjo que voy aprendiendo
a que tú no estés.

Y te digo
que no me importa 
que no quererme
te cueste tan poco.

y me callo
que daría la vida  que me queda
por verte lamentando
no haberme retenido
quizás en un semáforo
rojo de pasiones.

Y no cruzar el paso
para oírme decir
te prometo 
que te querré siempre.