Quién si no... ?

Claro. Es el viento.
Qué si no podría batir tu nombre desconocido
en una noche abandonada de luna.

Miro el reloj
mientras las horas
tropiezan en la oscuridad.

Qué tonto escribirte versos.
Guardar ilusiones en los bolsillos.
Tensar el tiempo,
como si no se enfriaran los minutos que se pierden.

Qué, si no el viento
puede saber de este cuarto donde desmerecen los sueños
que sucumben a la realidad
de los sinónimos de tu ausencia.

¿ Merece la pena engañarse,
timar a este otro momento
con la sorpresa de encuentros quiméricos?.

Desobedezco la hora pasada,
desoigo la letanía de impulsos.
Me niego a especular con tu presencia
en cualquier instante.

Claro. El viento.
Qué si no puede llevarte
igual que te trae con semejante afán.
Qué si no puede confinar cada letra
al abismo de los ojos que las ignoran.

Este viento que va ( a tí ),
viene ( sin tí )
y se entretiene ( llamándonos ).
A él remito la disociación
que absurdamente nos une.
Y tal vez a él entregue
el punto y final del último poema.

Mientras las horas
prolongan sus tropiezos a oscuras,
acorralaré al viento.
Puede que esta noche
te lleve un mensaje mío.
Pero recuerda....
¿ quién si no puede hacerte saber de mí?.