No hay poema.

No hay poema
ya lo profetizó tu desamparo.
Esto es un desierto de letras
sin el preludio de tu boca.

Se desatan en la tarde
tormentas de horas
y no hallo donde guarecer
un poema.
Sin protección, sin apoyo,
sin seguridad, sin abrigo,
desiste quedarse,
y callado, hermético, distante...
arrastra versos
que sumisos observan
como la noche entera
requiere tu nombre.

No hay poema.
Tolerante y humilde
aguanta el corazón esta borrasca.
Amolda y arregla el lamento de las palabras,
y rehusa residir sobre residuos
de lo que fue soñarte
como principio de tu llegada.