miércoles, 8 de septiembre de 2010

Aun en la distancia.

Con qué destreza los pensamientos van y vienen a su mente, contradiciéndose unos a otros.
En esta batalla de reflexiones y sentencias intenta Begoña abanderar la victoria reconociendo que su amor por Carol no es una fábula, que es una realidad palpable a pesar de la distancia.
Conoció a Carol hacía seis meses, casi desde el primer momento se vió envuelta por unas emociones que la desbordaban a través de la pantalla del ordenador. Y cuando la conoció en persona, supo que sí, que esa misma alteración que la acompañaba al enviar y recibir mensajes se hizo más profunda apenas descubrió sus ojos.
Pero esta mañana, una vez, más la rinden,los cientos de kilómetros que las separan y la perturba la idea de que quizá debiera dejar que Carol encuentre otra mujer que sepa darle lo que a ella la distancia le impide.
Suena el móvil.
Un sms de Carol interrumpe su reflexión
_ Te echo de menos _ lee y literalmente se le parte el alma.
Vuelven entonces a discutir la razón y el corazón de si es aconsejable seguir con este amor que no puede tocar, besar, escuchar al oído ... todos los días.
La razón entiende que es muy duro enfrentar cada día su ausencia. Que no puede desantender sus razones , que no están para agobiarla, si no para hacerle ver que es cruel cuando llega la noche no sentirla a su vera. Y que esa discordancia entre ellos debería ser la prueba de que falta algo y de que sobran lamentablemente muchos metros para que ella pueda entenderse con su tonto corazón.
El corazón por su parte manifiesta que qué puede hacer si está enamorado y se fundamenta en cómo con sólo oirla al otro lado del teléfono le basta para correr loco y notar como la sangre trota por sus venas con la fuerza implacable del amor. De como añora su cuerpo, su boca...y como un simple recuerdo despierta al mismo sol. De como no concibe ya la vida sin ella, de como presiente que es ella ya su vida y que sin ella no es el corazón que quiere ser.
Se extienden por toda la casa argumentos, testimonios .... pero ninguna conclusión.
Begoña sigue oyendo alegaciones y motivos. Su mente en continúa batalla parece no ceder y su corazón desiste sólo cuando una evocación de Carol lo distrae.
¿ Qué hacer ?. ¿Hacia qué lado inclinar la balanza?.
¿ Cómo resistir un día más en su ausencia ?.
¿ Merece Carol estas chaladas divagaciones?.
Se sienta frente al ordenador y lo escribe todo.
Deja que el alma medie entre ambos, aunque sin poder evitar oir :
_ Ella no sirve, no es neutral. También está enamorada _ que objeta la razón.
Le va contando a Carol cada idea, cada intención...
Se deja impregnar de las emociones que supone Carol...
Se deja rociar de todo lo que Carol es y de todo lo que no será si no está...
En definitiva se deja empapar de amor, ante la mirada inquisidora de un propósito de razón que aún se empeña en plasmar su voluntad.
Pero una voluntad derrocada al fin cuando Begoña recibe una contestación de Carol que le dice:
_ Y Yo También te amo. Esta distancia sólo sirve para afirmarme que tú también eres la mujer de mi vida . Te llamo a las ocho y te lo cuento medio en directo. Besos.
Y sonríe Begoña , y el corazón y el alma y hasta los cuadros de la casa. Porque ya no hay mayor razón que notar cómo tiembla Begoña, y el corazón y el alma y hasta los cuadros de la casa con el presagio de sus besos, aun en la distancia.



4 comentarios:

Isabel Gil Jiménez dijo...

El mundo virtual no tiene fronteras ni distancias. El corazón no las conoce. La realidad nos la impone y la razón que no sabe de luchas las ve y aparta a correr.
Me encanta este relato.
Un saludo, Alis.

brezo dijo...

dura batalla cuando entran en disputa la razón y el corazón! pero la distancia por si sóla, no es motivo de separación. emocionante relato, como siempre, genial! un besazo :)

0 dijo...

Alitas!!! Como es q sabes tanto??? Has espiado las conversaciones o será casualidad?? Jajajajajaja uff aun en la distancia el coraOn puede latir a full jajaja ay ay q lindo como me identifique con tu historia :)
besos alis

alasdemariposa dijo...

Isabel, El corazón no las conoce tú lo has dicho.
Brezo, la distancia es muy puñetera.
M,jejejjejeje. espié todos tus movimientos,jajajaj.
Besos.