miércoles, 15 de octubre de 2008


Si tengo que escribir de lo hermoso del día
voy a resumirlo en tu recuerdo.
LLegó recién levantada la mañana
con acordes de nostalgía
procedentes del arpa áureo
de un tiempo que renace
al mirarme en tus ojos.
Con la certeza firme
de saberse esperado siempre
sonrió subrayando su seguridad.
Su presencia me liberó de cualquier dolor.
Como un vendaval
rugía la sangre en mis venas.
Frenético mi corazón
se desarmaba en la alegría.
Venías rebosante de sentimientos
en representación de un ayer
que puede amanecer cada instante
como retrato eterno
que nos trae la misma piel
e idéntica pose.
Me reprendiste mis ojeras
y mis arrugas del alma.
Te sentaste frente a la ventana
y tiraste de golpe los tabiques
del agónico yo
que duerme en mi cama.
Como queriendo dejar tu huella
por muchos días,deslizaste
tus manos de siempre
por cada objeto y cada gesto mío.
Pulverizaste el aire con tu olor
y me dejaste al amparo del silencio,
donde oigo el resonar de tus pasos
y uso de respaldo tu aliento.
Si tengo que escribir de lo hermoso del día
voy a reposar en un pliegue de la noche
a dormirme en tu encuentro.

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