Vendrá otro tiempo distinto a este.
Donde los atardeceres del verano
desciendan sobre su cuello.
Períodos de descanso,
donde el corazón se sienta en casa.
Y un eco de besos mencione que su boca es mía.
Y un susurro de la noche diga que duerme a mi vera.
Permiso del tiempo para encontrarme en sus ojos,
sugerir la madrugada en la misma esquina de la cama,
advertir que padezco insomnio si no me abrazo a su cuerpo...
Vendrá otro día no como este.
Donde su sonrisa me muerda los labios,
y sangre el deseo.
Espacio compartido,
donde el reloj le diga - Vámonos -
y se quede un minuto más,
una hora más,
una eternidad más
para seguir existiendo todavía.
2 comentarios:
Me quito el sombrero. Cuando lo haces sencillo... qué bonito lo haces!!!
Ojalá...
Yo también lo deseo.
Muacks!
Alasdemariposa: chris: A veces me enrollo como una persiana no?. :-)) Gracias.
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