Luces, petardos, campanas...
2018 se va entre mucho ruido
para tan pocas nueces.
2019 asoma las nariz tras las cortinas.
Es nuevo en el baile de la vida.
Su traje inmaculado lo salpican lunares de confeti,
ahora saluda como si se hubiese abierto el telón.
No hay marcha atrás,
comienza una nueva función.
Me he comido los diez primeros minutos...
Sin hambre.
Creo que me nota el miedo en los ojos,
aún así me sonríe.
Pese al falso aplauso que le prodigo
nos estamos sosteniendo la mirada
y los nervios.
Para presentaciones ya habrá tiempo.
Quién sabe si llegaremos a entendernos,
si sabremos dar oportunidad a los sueños.
El futuro se acerca...
Viene por el camino nuevo,
puede que...
Quizás la felicidad se conjuge en su modo perfecto.
martes, 1 de enero de 2019
Dos mil diecinueve está en escena.
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10 comentarios:
Me he comido los diez primeros minutos...
Sin hambre.
Y ahora, deberíamos ponernos a dieta. :) salud! besos.
Jajajaja me ha encantado,yo empecé enfadado con él y mucho ,es curioso me pasa con los años impares es que no puedo con ellos jajaja, pero también es verdad que luego son los mejores se me arreglan .
Abrazos de nuevo año
Llegará el día en que los humanos podremos entendernos y quizás seamos capaces de darle una oportunidad real a los sueños, tan aletargados a lo largo de los siglos.
Brindo por eso, por tus deseos y los míos.
Que tu 2019 sea bellísimo.
Muy bonitas letras de bienvenida a este Nuevo Año, que ojala sea mejor que el Viejo que se fue.....saludos
Sandra, ojalá sea que sí.
Saludos.
Navegante, y el tuyo no sea menos.
Gracias!
Saludos.
Nabila, a ver cómo se nos da.
:-)
Laura, a dieta de qué?.
Saludos.
me encanto: quizás la felicidad se conjuge en su modo perfecto.
abrazooo
Gabriel, gracias!!.
Ojalá lo pueda certificar.
Un abrazo.
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