lunes, 7 de marzo de 2016

Vísperas del ocho de Marzo. Deseo anticipado.

A ese destino,
o a quien corresponda finiquitar las voluntades
de quien siempre quiso morirse
de risa, de miedo, de sueños...
de golpe en sus brazos,
quiero pedir un deseo.
Quiero que en el último instante,
cuando apenas quede ya tiempo
ni de ser consciente,
de que todo está cumplido,
concluyan desgranando el minuto definitivo
todos los besos que he querido.
Que un privado, irreflexivo e imprudente
recuerdo prohibido,
remate las horas que ya no tengo.
Que una alusión a tu cuerpo
corresponda a  la sobredosis necesaria 
con la que se me olvide respirar
y el corazón se me calle por siempre
en todas las palabras que se mueran conmigo,
entendiendo que no puedo contarte
la verdadera despedida,
pero que acontece con tu recuerdo, mujer.















1 comentario:

chris dijo...

Uy, pues creo que mi último pensamiento sería la visión de algún atardecer, así, como para quedarme en paz...
Claro, que si de aquí al momento en que llegue, tengo una pasión arrebatada, de esas que te quitan el sentíiiiio... pues molaría la sensación física de notar esos labios sobre los míos...